8.9.09
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La locura es hereditaria


Algunos seguidores de este blog ya saben que Carlos y Caty son mis padres. Los que no estaban al tanto, bueno... ahora ya lo saben. Esta pequeña pero simpática anécdota la cuento para ilustrar el hecho de que la locura SI es hereditaria (aunque ellos digan lo contrario).

Carlos está enfermo y debe hacer reposo. Caty está en la cocina, su lugar preferido del hogar, haciendo tareas varias. Yo también estoy en la cocina y no en mi habitación, como siempre, a puertas cerradas. Este mínimo cambio en mi rutina fue lo que me permitió ser testigo de la desopilante escena. ¿Casualidad o causalidad?

El celular de Caty comienza a sonar insistentemente. Caty lo agarra y antes de atender se fija quién la está llamando. El display indica "Carlos llamando". Caty pone cara de sorpresa y dice: "no puede ser. Dice Carlos pero Carlos está adentro, acostado". Duda pero igual atiende.

- ¿Hola?
- Caty
- ¿Carlos?
- Sí. Me traes más puré
- ¿Qué?
- Te llamo porque quiero más puré
- ¡Ah! no entiendo. No me cortes, voy para allá.

Y hacia la habitación se dirigió Caty, celular en mano. A su regreso me comenta: "Era tu papá. Me llamó para pedirme más puré". Yo no hago comentarios. ¿Qué iba a decir?

Al rato, el celular comienza a sonar nuevamente. Está vez, Caty antes de atender, advierte riéndose: "ese seguro es tu papá". Dicho y hecho. Era Carlos que quería un vaso de agua.

Minutos más tarde, suena el teléfono de línea. Yo lo miro con cara de "no puede estar también llamando a esté teléfono ahora. Cuando va a parar" pero a Caty no le parece una locura, todo lo contrario, para ella es comiquísimo. Atiende y entre carcajadas dice: "Hola Carlos"... gracias a Dios, no era él.

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puede ser locura, oero esta locura es buena si la heredas no es tan malo como los juanetes que herede yo de mi abuela jaja