Run Runny Run
Ustedes ven esta foto y piensan: ¿Cómo a alguien se le ocurre vender esa porquería? ¿Cómo a alguien se le ocurre comprar esa porquería?
Bueno esa porquería tiene nombre, se llama Runny, y es el juguete preferido de Poppy Beazley, una nenita de tan solo 3 años. Esa porquería es la creación de la madre de Poppy. Sí, le hizo con sus propias manos un juguete a su hija con medias y botones, y la pequeña ¡lo ama! y duerme con él todas las noches.
Un día Poppy fue con su madre a hacer las compras y no tuvo mejor idea que llevar a Runny. De regreso se dieron cuenta de que Runny ya no estaba. La nena lloraba y la madre lo buscaba con desesperación. Ya en su casa, la madre llamó a todos los negocios a los que habían ido ese día, contó la historia y pidió por favor que si alguien lo encontraba le avisaran porque su hija estaba desconsolada.
Al mes, Runny estaba a la venta en uno de los negocios a los que habían ido a 4 libras. La que lo encontró fue la abuela de Poppy y no podía creerlo. El padre de Poppy cuando se enteró fue al rescate de Runny. Las autoridades de TK Maxx, el lugar que quería vender la porquería más amada por está niña, dijeron que iban a estudiar el caso.
Lo bueno es que la historia tiene final feliz, y Poppy y Runny están juntos otra vez.