La lámpara

Como todos saben me mudé hace unos meses. Cada cosa que puse en el departamento fue cuidadosamente seleccionada. La lámpara del comedor fue todo un tema. Hasta que di con la indicada y yo era feliz.

Caty, mi madre, rauda para los comentarios no positivos (tenés una mancha en la pared, hay olor a gas, etc) dijo "está rayada" y ese fue el principio del fin. Desde entonces, cada vez que vino a mi casa contemplaba la lámpara y me decía "la lámpara " con solo esa frase yo sabía que estaba diciendo "esa lámpara esta rayada. ¿cuando la vas a cambiar?" en un loop infinito.

El sábado, finalmente para la felicidad de todos, fui a cambiar la bendita (maldita) lámpara y a buscar otra que me debían (en el comedor van dos de esas). La señora del negocio no estaba feliz, no me la quería cambiar, hacia movimientos sospechosas e insistentemente me decía "anda a la caja que yo te preparo esto". Yo no me quería ir porque sabia que algo andaba mal. Entonces, le pedí por favor a mi papa que se quedara a controlar mientras yo pagaba. Cuando me subí al auto le pregunte "te fijaste que no haya hecho nada raro ¿no?" y me contesto "No. Hay que confiar en la gente". En ese instante lo supe. Me habían cagado en mis narices.

Instalar las lámparas fue una pesadilla, quedaron torcidas y, de más esta decir, están rayadas. No una sino dos. Ahora yo no estoy feliz, nada feliz. Lo peor de todo fue cuando mi mama llamó y, preguntó ¿la lámpara ? Le respondí "torcidas y rayadas". ¿Saben que me dijo? "deben ser así" ahhhh ahí exploté. Un mes me persiguió con la lámpara y ahora son así. ARGHH !! después se asombran cuando me duele el estómago, debo tener una úlcera del tamaño del Titanic.