Una injusticia que no fue
Hace uno días recordé que tenía 26 años (algo que desde mayo me niego a aceptar) entonces tuve que aceptar otras cosas que vienen con la edad, porque como dicen por ahí los años no vienen solos, como: problemas estomacales, tendinitis y la necesidad de anteojos nuevos pero si hay algo que nunca voy a aceptar son los problemas bucales.
Un dolor de muelas, al menos eso era lo que yo pensaba, mandó una señal de alerta a mi cerebro el cuál solo podía decir: "no es justo, esto no te puede suceder a vos". Odio los problemas bucales y la idea de que yo los tenga es una injusticia porque me lavo los dientes como mínimo tres veces al día y no hablo de una cepillada rápida y descuidada nonono sino de una cepillada a conciencia en la que rasqueteo y me detengo en cada diente contando hasta 5 como me enseño mi odontóloga y además porque sigo los consejos de colgate que dice que el cuidado bucal no solo incluye los dientes entonces también cepillo la lengua y las encías.
Rápidamente llamé a mi odontóloga porque era una urgencia!! y luego de una larga conversación con su secretaria logré que me diera un turno (siempre tienen un turno escondido solo hay que saber insistir o romper las p*).
Como todavía en este mundo queda algo de esperanza y de vez en cuando se hace justicia a favor de los que cumplen las reglas, como yo, resulta que el dolor no estaba provocado ni por caries ni nada de esas cosas feas en las que el torno es necesario. De hecho, mis dientes están en perfectas condiciones y era solo una inflamación de la encia sobre el diente :D
Un dato cultural, para que después no anden diciendo por ahí que este blog es una joda o que leerlo es una pérdida de tiempo
La palabra es caries no carie, el singular carie no existe.
Entonces decimos: tengo una caries en el molar, tengo caries o si no te lavas nunca puede que tengas muchas caries.
Si no me creen a mí pueden visitar la página de la Real Academia Española http://buscon.rae.es/dpdI/SrvltConsulta?lema=caries