Rosemary
Rosemary en teoría limpia la oficina, ese debería hacer cuando se queda sola, pero no tenemos pruebas. Rosemary nos echa poniendo cumbia y ballenatos a todo volumen en su celular. Rosemary se pelea con el novio y se encierra a llorar en el baño, prohibiéndonos entrar por última vez antes de irnos a casa. Rosemary es un gran personaje. Rosemary se llama Rosemary, no es joda.
Ester viene una vez por semana a casa a limpiar -lo demás, compras, cocina, lavar y demás lo hago yo-.
Como a veces no estoy, le dejo notas con lo que necesito que haga; nada. Me enteré hace poco que no sabe leer, apenas algunas cosas en MAYUSCULAS.
Me dio una culpa... sí, blame it on the pills.
Noooo, qué momento.
Nosotros la bancamos a Rosemary. Hasta se nos ocurren publicidades protagonizadas por ella que serían geniales.
La re banco a Ester, a pleno!. No da, me parece, para publicidad, pero sí para historia de esas que te hacen sentir medio mierda.
Por suerte, me enteré por otra persona que no lee: cuando fuimos al cine -una vez que nos regalaron una función pre estreno para el Apoyo y el Jardín nuestros-, fue con el nieto para que le leyera los subtítulos.
Igualmente, tiene una adicción a la lavandina preocupante.