Un topo
El sábado iba a cenar a la casa de mis padres y me tomé el 24 convencida de que era el 29. Lo peor de la historia es que tenía los anteojos puestos. Cuando al fin llegué a la cena
- ¿Por qué tardaste tanto?
- Me tomé el 24 pensando que era el 29
- Usá los anteojos
- Los tenía puestos
- Pero ni siquiera tienen el mismo color, el 24 es blanco ¿Qué te pasa?
¿Qué me pasa? Eso me pregunto yo.
Bueno, cuando tienen esos números hechos con lucecitas, no los distinguís ni con binoculares... no sé si era el caso. Igual, 4 por 9, fácil de confundir...