En un bar de palermo
Nosotras, espacio (considerable) y el resto de la gente y desde nuestro lugarcito teníamos que ver a la chica del vestido mantel arrasando. No hay derecho.
La lógica decía que si seguía ingresando gente en algún momento, quieran o no, alguien iba a tener que ocupar ese espacio vacío ¿o no? Lo ocuparon dos chicos que parecían tener toda la onda, parecían. Maca muy polite les dio charla, yo (no tan polite) me di vuelta y me puse a hablar con un grupete de nerds & geeks (así se presentaron), muy graciosos.
Desesperadas por escapar de los aburridos y de un viejo creepy (naranja y chamuscado de cama solar, remera verde con dibujito, gel 3/4 del pote + algo de pelo O_o) nos fuimos a la otra punta del bar donde otro encuentro nos llevó a escondernos entre la gente en el medio.
Yo a esa hora ya me había convertido en el doble de Cartman. Estaba mala, graciosa pero mala. Un niño entendió, se reía y lo seguía. Ya de día hubo un te llevo, no te llevo, mis amigos, mi amiga, confusión, cruces, dimes & diretes - The End -