23.11.09
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Te pago para que sonrías

Para contrarrestar la mala cara que produce el cansancio y el bajón de fin de año, en mi trabajo, decidieron que colgar caritas felices del techo iba a ser “motivador”. Ahora los empleados somos observados constantemente por caritas felices. Algunos no pueden evitar imitar a estas hojas de papel, otros sonríen para no llevar la contra y unos pocos (entre los que me incluyo) estamos aterrorizados ante los cientos de cabezas sin cuerpo, de mirada omnipresente y sonrisa más falsa que billete de $3.

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Un espanto!! Estan re locos los de RRHH de tu empresa :P

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Lo que me estoy riendo no tiene nombre. Es excelente este blog. Un beso! Sigo leyendo...

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Gracias Flor !! :D Besos